Todos los habitantes, le tenían especial cariño.
Pipo era un perro fantástico, ayudaba a los ancianos a cruzar las calles.
¡Tenia un don!, pero un día desapareció del lugar.
Los habitantes de la aldea le buscaron por todos los lugares.
Y empezó a caer la noche y dejaron de buscarlo. Empezó a amanecer y todos
estaban de pie el alcalde de la aldea dijo: Quien lo encuentre se llevara una gran
recompensa, Pipo haría cualquier cosa por nosotros, así que a buscarlo.
Para empezar la búsqueda de Pipo, unos salieron por el este otros por el oeste y otros se
quedaron en la aldea por si volvía.
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